Música italiana de fondo, un poquito de decoración… y la clase se convierte en un restaurante italiano.Mis minichefs prepararon sus pizzas especiales de la casa mientras practicaban todo lo que hemos aprendido sobre las fracciones. Cada pizza tenía un nombre único y una receta única. Además, ellos mismos coloreaban los ingredientes para darles un toque de personalidad.Los que iban acabando se iban intercambiando las recetas, ¡para saber hacer todas las pizzas!